Hay muchas opciones en el mercado de barras de granola, sin embargo, nunca se van a comparar una rica barrita hecha en casa donde sólo tú decides que ingredientes le pones. De esta manera puedes cuidar las calorías que consumes en cada mordida, así como la cantidad de azúcar simple y grasas saturadas que contiene, procurando que tu barrita sea verdaderamente saludable y no solamente una más del montón.
Ingredientes:
- 1 ½ taza de avena
- 1 taza amaranto
- ¼ taza chía
- ¼ taza linaza
- 6 cdas de miel de agave (o de abeja)
- Opcional: 2 cdas crema de cacahuate
La avena ayuda a disminuir el índice glucémico de los alimentos por su alto contenido de fibra, también ayuda a disminuir la absorción del colesterol en el tracto digestivo. El amaranto y la chía son ricos en proteína, contenido aminoácidos esenciales que les dan un alto valor biológico. De igual manera, la chía es fibra soluble, que este tipo de fibra casi no la consumimos en la dieta, por lo cual es una buena opción para añadirla. Por si fuera poco, la chía y la linaza son ricos en ácidos grasos esenciales omega 3 y omega 9.
Instrucciones:
- Mezcla todos los ingredientes en un recipiente, empezando por los elementos secos y poco a poco incorpora la miel para ayudar a que estos formen una pasta que se adhiera. Si quieres complementar tu barrita con un poco de grasa saludable y más proteínas puedes añadir una o dos cucharadas de crema de cacahuate, esto va a ayudar también que se peguen mejor las semillas.
- Vierte la mezcla en un molde engrasado o cubierto con papel pergamino. Aplástala y procura que todo esté al mismo nivel para que las barritas te salgan del mismo tamaño
- Hornea durante el tiempo que sea necesario para conseguir la textura que gustes, hay personas que les gustan un poco más crujientes sus barritas, hay otras que no. Un buen indicador es el cambio de color de las semillas a un tono más dorado, te puedes guiar con esto.
- Una vez horneadas deja que se enfríen completamente antes de cortarlas. Te recomiendo desmoldarlas primero, para que te sea más sencillo dividirlas en partes iguales. Córtalas en rectángulos o cuadrados más o menos del mismo tamaño ¡Y listo!