La lactancia materna es un proceso natural que se genera por la concentración de hormonas después del parto, especialmente la prolactina. Durante todo el embarazo la mujer va almacenando reservas que posteriormente su cuerpo va a utilizar para la producción de leche. Por lo tanto la alimentación y el estado de nutrición de la mujer no condicionan su capacidad de producir leche en suficiente cantidad y de la mejor calidad para su bebé. Sin embargo es importante que se cuide la alimentación durante este periodo puesto que el cuerpo evolutivamente está diseñado para darle prioridad al bebé, esto significa que si los nutrientes son escasos, se van a reservar para la leche materna.
Es necesario tener en cuenta que mientras se esta lactando no se pueden consumir ciertos alimentos como el alcohol, cafeína, y alimentos muy condimentados o picantes. Esto se debe a que estos comprometen la integridad de la leche, por lo que la pueden hacer de menor calidad. Además se debe de estar atento con la nicotina y ciertas verduras que pueden causarles cólicos al bebé. De igual manera, si la madre tiene alergia a algún alimento es mejor no comerlo ya que puede producirle reacción también al bebé.
Es común que durante este periodo se sienta un incremento en el apetito, puesto que es la etapa con mayor demanda de energía durante todo el ciclo reproductivo de la mujer. Para alcanzar los 750 ml que en promedio se producen los primeros 6 meses, suponiendo que se da lactancia exclusiva, se necesita un consumo de 500 kcal más de lo que normalmente se requiere. Los 6 meses posteriores se recomienda aumentar solamente 400 kcal en lugar de las 500. El resto se provee por las reservas ya generadas a lo largo del embarazo. Después de este periodo de tiempo, aunque se siga dando lactancia, ya no es necesario ni recomendable aumentar la ingesta de calorías.
Hay mujeres que tienen la inquietud de bajar el peso ganado pero tienen dudas sobre como afecta la lactancia. En realidad perder peso de manera intencional no va a perjudicar el volumen ni composición de la leche siempre y cuando la pérdida sea paulatina y acompañada de buena alimentación y ejercicio físico. Para lograrlo se pueden consumir 500 kcal menos junto con 45 minutos de caminata a paso ligero 5 días por semana, siempre tomando en cuenta la opinión de su médico y con ayuda de un nutriólogo.
Bibliografía:
Kaufer-Horwitz, M., Pérz-Lizaur, A. B., & Arroyo, P. (2015). Nutriología médica. México, D.F.: Editorial Médica Panamericana.
Mahan, L. K. (2017). KRAUSE Dietoterapia (14a. ed.). Edinburgh: Elsevier Mosby.