Todos sabemos que hacer ejercicio es necesario para el mantenimiento de nuestra buena salud, sin embargo esta afirmación es muy amplia. Para empezar a enlistar sus beneficios primero necesitamos definirlo; el ejercicio es un tipo de actividad física que es planeada y estructurada y que tiene el propósito de mejorar la salud. No es lo mismo ejercitarse que ser físicamente activo; la actividad física es meramente el movimiento corporal que se produce como consecuencia de nuestras actividades de la vida diaria. La actividad física no tiene como propósito mejorar el estado de salud ni la condición física del individuo, el ejercicio sí.
En realidad no hay una “dosis” óptima de ejercicio definida por los expertos, sin embargo cualquier tipo de ejercicio en cualquier cantidad va a ser benéfica para quién la realice. Y por consecuente, entre mayor sea la cantidad de ejercicio que se realice, mayores serán los beneficios. A esta condición se le llama de dosis y respuesta. A su vez, se ha demostrado que se pueden obtener mejoras significativas si se ejercita intermitentemente con una intensidad moderada, o sea menos de 20 minutos por sesión y utilizando menos del 50% del volumen máximo de oxígeno.
El ejercicio trae mejoras en diferentes dimensiones de la salud, siendo las principales la salud física y mental. Aquí te dejamos una lista más completa de las mismas:
- Mejora la función cardiovascular y respiratoria: aumenta el nivel de oxígeno que se puede captar en cada respiración, disminuye el número de respiraciones por minuto ya que se hace más eficiente cada respiración, disminuye el gasto de oxígeno de las células del miocardio, disminuye el ritmo cardiaco y la presión ya que se hace más eficiente el gasto cardiaco, incrementa la densidad capilar en los músculos.
- Reduce los factores de riesgo para formar placas en las arterias coronarias: reduce la presión diastólica y sistólica, aumenta los niveles del colesterol “bueno” HDL y disminuye los triglicéridos, reduce la grasa corporal y especialmente la visceral, y reduce las necesidades de insulina al mejorar la tolerancia a la glucosa.
- Disminuye la mortalidad y morbilidad de quien lo practica: a través de la prevención primaria (antes de que se presente algún infarto o evento cardiaco) y la prevención secundaria (para evitar otro).
- Disminuye la ansiedad y depresión
- Crea y ayuda a fomentar una sensación de bienestar integral
- Aumenta el rendimiento en el trabajo, escuela, deportes y actividades de la vida diaria
¿Cómo te quedó el ojo? Y si todavía no haces ejercicio ¿qué esperas? ¡Nunca es demasiado tarde para ser la mejor versión de ti mismo y la más saludable!