La medicina del deporte y la fisiología del ejercicio son dos campos que van de la mano y cada día generan nuevos conocimientos para poder aprovechar al máximo la máquina perfecta que es nuestro cuerpo. En base a observaciones e investigaciones se han podido identificar 4 principios básicos del ejercicio, que nos permiten tener un mayor entendimiento del mismo con el propósito de entrenar de una manera más eficiente. Estos principios son:
1. Individualidad
2. Especificidad
3. Reversibilidad
4. Sobrecarga
Al momento de empezar un plan de entrenamiento o acondicionamiento físico existen diversos factores que debemos tomar en cuenta, siendo de los más importantes nuestras metas y estado de salud actual. De la misma manera debemos tener presentes que nuestra genética puede afectar la manera en que nuestro cuerpo reacciona al ejercicio. También que nuestra condición física actual va a tener influencia en nuestra mejora según realicemos el entrenamiento. A esto se refiere el primero y probablemente más importante de los principios del ejercicio: la individualidad. Cada persona va a reaccionar de una manera diferente al ejercicio, por lo que se recomienda que si se quiere hacer ejercicio este sea prescrito por un profesional de la salud capacitado.
El segundo principio, que es de la especificidad, se refiere a que dependiendo de tus metas es el tipo de ejercicio que necesitas realizar puesto que los beneficios son específicos. Es decir, si tú quisieras ganar masa muscular no necesitas realizar grandes cantidades de ejercicio cardiovascular, sino más bien hacer ejercicios de resistencia. De igual manera, los beneficios son específicos a la parte del cuerpo que se trabaja, dígase a los grupos musculares utilizados en el entrenamiento. Por ejemplo, un ciclista tiene una cantidad impresionante de musculatura en sus extremidades inferiores, pero en las superiores no. Es por esto se necesita tener en cuenta las metas o lo que quieres lograr con el entrenamiento antes de comenzar.
La reversibilidad es la capacidad del cuerpo de desadaptarse al entrenamiento y perder paulatinamente los beneficios ganados con el mismo. Cuando una persona se ejercita, su sistema va ganando eficiencia que se traduce en beneficios a la salud. Estos beneficios toman tiempo en ganarse, sin embargo si se deja de ejercitar, con el tiempo también se van a perder. Diferentes estudios mencionan que se tarda el cuerpo aproximadamente de 1 a 2 semanas sin entrenar para empezar con este proceso. Otros estudios se refieren al día 12 como el inicio de la pérdida de beneficios. Esto no significa que al día 13 ya se haya perdido todo, pero sin duda la eficiencia se va a ver disminuida cada día más.
Por último, la sobrecarga o sobreentrenamiento (over training), se da cuando se excede en el entrenamiento, ya sea en tiempo, en intensidad o en ambos. Es importante dejar en claro que entrenar de más no va a hacer que se obtengan resultados más pronto ni mejores, sin embargo es una muy buena manera de lesionarse. Todos sabemos que debajo de cierta intensidad no se obtienen beneficios ni resultados de ningún tipo; de la misma manera, arriba de cierta intensidad tampoco. Por esto es importante acudir con un profesional de la salud capacitado a que nos oriente en cuanto a nuestra rutina de ejercicio, así como tener periodos de descanso adecuado entre sesiones de entrenamiento y durante los sets que se realicen en cada sesión.