Alimentarte sanamente no consiste nada más en “comer frutas y verduras”, hay muchas cosas que considerar, por lo que los expertos han desarrollado unas “leyes” para poder tener una alimentación saludable en todo sentido. Para poder entender verdaderamente a que nos referimos con la definición de salud, tomaremos en cuenta la establecida por la Organización Mundial de la Salud en 1947, donde establece que: “La salud es un estado completo de bienestar físico, social y emocional, no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia”.
Las leyes de la alimentación fueron creadas a partir de esta definición con propósito de verdaderamente nutrir a las personas, no solamente satisfacer las necesidades fisiológicas de alimentación. Te las presentamos a continuación:
Para tener una buena alimentación, tu dieta debe de ser completa, esto quiere decir que contenga todos los nutrimentos, y se deben combinar todos los grupos en cada tiempo de comida.
De la misma manera, una dieta debe ser variada, por lo tanto los alimentos del mismo grupo se deben intercambiar en las diferentes comidas del día.
Una buena alimentación debe ser suficiente para cubrir las necesidades energéticas del organismo sin excederse.
Al mismo tiempo, debe ser equilibrada. Para una mejor digestión y metabolismo, debe haber la proporción recomendada de alimentos que, a la vez, proporcionarán nutrimentos que necesitamos.
Una buena alimentación debe ser adecuada, debe estar de acuerdo con la edad del comensal, actividad física, costumbres y preferencias personales.
Por último, para que nuestra dieta sea considerada saludable, debe ser inocua, esto significa que no implicar riesgos a la salud de ninguna manera. Que esté conservada de una manera adecuada y no contenga microorganismos patógenos, así como asegurar su seguridad a través de métodos de cocción apropiados para cada alimento.
Así que ya lo sabes, la próxima vez que te pongas frente al refrigerador pensando que cocinar, toma en cuenta estas recomendaciones para cuidar de tu salud y la de los tuyos.