La menopausia es el periodo por la que toda mujer pasa, en el cuál los ovarios dejan de producir estrógenos, que es una hormona necesaria para el buen funcionamiento del cuerpo, tanto de los hombres como de las mujeres. Para el caso específico de las mujeres existen diferentes tratamientos para reducir o aliviar los síntomas de este proceso. Una de estas es la terapia de reemplazo hormonal, sin embargo se ha demostrado que puede causar diferentes tipos de cáncer, como de mama y útero, es por esto que se han estado buscando otras alternativas y productos naturales.
La soya (Glycine max) es una de las principales leguminosas producidas a nivel mundial. Tiene un alto contenido de proteínas con 8 aminoácidos esenciales, y en calidad se parece mucho a la de la carne. Además tiene ácidos grasos esenciales como oleico, linoléico y linoléico. Pero más relevante, tiene un compuesto llamado isoflavonas. Las isoflavonas son compuestos fitoquímicos que se encuentran específicamente en plantas y tejidos vegetales, también se les conoce como fitoestrógenos porque su estructura se parece mucho a estos. No tienen aporte calórico debido a su estructura química, porque son de naturaleza fenólica. Pertenecen al grupo de los antioxidantes flavonoides, como el resveratrol. La soya es la principal fuente de isoflavonas en la naturaleza, sin embargo también se pueden encontrar en otras legumbres.
Existen 230 moléculas diferentes de isoflavonas, pero sólo 3 presentan un efecto benéfico, que son la genisteína, daidzeína y gliciteína, y hay alrededor de 1 a 2 mg de estos compuestos por gramo de soya. Estos se pueden encontrar en su forma conjugada o no conjugada, sin embargo la única biodisponible es la que no está conjugada. Normalmente todas las isoflavonas en la naturaleza se encuentran conjugadas, pero las bacterias intestinales y enzimas rompen el enlace que las conjuga (glucosídico) y así se pueden absorber en su forma libre (o aglicona).
Entre sus beneficios a la salud se encuentran los siguientes:
- Disminuyen todos los síntomas de la menopausia como los cambios de humor, bochornos y resequedad.
- Cuando hay una cantidad excesiva de estrógenos se pueden producir diferentes tipos de cáncer como el de mama, útero y próstata. En estos casos los fitoestrógenos tienen función de “antiestrógenos”, esto significa que se unen a los receptores de estrógeno y evita que se presenten efectos dañinos en el cuerpo.
- Funcionan como inhibidores de enzimas promotoras de cáncer.
- Tienen efecto antioxidante en el cuerpo ya que pertenecen a la familia de los flavonoides.
- Estimulan la función inmunológica del cuerpo para prevenir enfermedades y ayudar a combatir infecciones.
La Genisteína posee en su estructura química un pequeño cambio que la hace más biodisponible. Como consecuencia sus efectos benéficos en la salud son mayores que el resto. En adición a los mencionados anteriormente, la Genisteína puede ayudar a reducir el colesterol y los triglicéridos de un 9 a 10%, previene la aterosclerosis, aumenta la densidad mineral ósea y previene la osteoporosis, así como la disminución de la diabetes tipo II y obesidad. También previene el cáncer de mama, próstata, endometrio y colon mediante la inducción de la muerte celular de células mutadas, inhibe la acción de ciertas enzimas procancerígenas, y tiene efectos angiogénicos.
Las isoflavonas de soya solamente tienen efecto en conjunto con cambios en el estilo de vida tales como la dieta y el ejercicio. También es importante tener en cuenta que si ya se presentan las enfermedades que ayuda a prevenir, como el cáncer, no va a tener el mismo efecto que si no se tiene, ya que su efecto es meramente preventivo. ¿Tú qué esperas para cuidar tu salud? ¡Nunca es tarde para empezar!