El nuevo culpable de la hipertensión arterial

“Evita el consumo de sal o corres el riesgo de padecer hipertensión arterial” se nos ha dicho hasta el cansancio por los profesionales de la salud. Sin embargo en los últimos años se ha identificado a un nuevo culpable de esta enfermedad ¿Cuál crees que es?

 

Según un estudio publicado en octubre de 2014 por James J. DiNicolantonio y Sean C. Lucas se ha visto que el consumo excesivo de azúcar simple puede ser más dañino que el consumo excesivo de sal para desarrollar hipertensión arterial. Se ha descubierto que el azúcar en cantidades excesivas tiene muchos efectos nocivos para la salud y afecta específicamente el perfil metabólico de las personas. Por lo tanto se ha establecido una conexión entre el azúcar simple y el síndrome metabólico, que es una enfermedad que se compone por resistencia a la insulina, altos niveles de colesterol y triglicéridos, hipertensión arterial y alto grado de grasa visceral.

 

De la misma manera, se conoce que el consumo de azúcar provoca la liberación de insulina, lo que activa el sistema nervioso simpático y esto provoca un aumento en el ritmo cardiaco y por lo tanto en la presión arterial. A su vez se ha estudiado su efecto para reducir la sensibilidad de los receptores sistémicos que regulan la presión arterial, o baroreceptores. Por último, se cree que el consumo excesivo de azúcares simples consume la reserva de ATP en las células, lo que provoca indirectamente vasoconstricción y un consecuente aumento en la presión arterial.

 

Este estudio ha abierto las puertas para nuevas guías y prácticas clínicas para el tratamiento de la hipertensión, sin embargo los resultados no están escritos en piedra. A pesar de esto, algunos especialistas promueven una dieta baja en azúcares más que en sodio como tratamiento. Sin embargo, en base a lo observado lo más efectivo es seguir las recomendaciones nutricional internacionales para azúcares simples (no más del 10% de la dieta) y de sodio (no más de 1 cucharadita al día) que ha establecido la Organización Mundial de la Salud.


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