En todos lados escuchamos lo importante que es consumir todas las vitaminas y minerales para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo, sin embargo hay tantas que a veces es algo difícil recordarlas todas. Para empezar existen dos grandes tipos de vitaminas, las hidrosolubles y las liposolubles, esta categoría indica la manera en que se metabolizan y almacenan en nuestro cuerpo. Hoy hablaremos sobre las vitaminas liposolubles, que son aquellas que como su nombre lo indica, se pueden solubilizar en los lípidos y se almacenan en nuestro cuerpo dentro del tejido adiposo. Dentro de esta categoría solamente existen 4 vitaminas: A, D, E y K.
La vitamina A también es conocida como retinol, ácido retinóico, caroteno y palmitato, su forma activa es el retinol. Se absorbe en el intestino delgado y sirve para el buen funcionamiento de los huesos, cartílagos, córneas, mucosas y piel. Se encuentra en frutas y verduras de color verde y naranja obscuro, en el brócoli, melón, zanahoria y hortalizas de hojas verdes por mencionar algunas cuantas. Se puede perder en el procesamiento de la comida mediante secado al sol, cocción prolongada, exposición al aire o cocción a altas temperaturas. Los adultos debemos consumir 800 equivalentes de retinol al día (RE/día) en el caso de las mujeres y 1000 RE/día. La toxicidad suele ser rara, sin embargo en caso de presentarse se padece de lesiones hepáticas, renales y óseas, además de dolores de cabeza, irritabilidad, vómito y pérdida del cabello. En el caso de su deficiencia se pueden queratinizar los tejidos epiteliales, o sea el “borde” de todos los tejidos del cuerpo, así como opacidades en la córnea, ceguera nocturna y piel seca.
La vitamina D, o colecalciferol, se absorbe en el intestino delgado y sirve para aumentar la absorción de calcio en el tracto gastrointestinal así como controlar el depósito de calcio en los huesos. Se encuentra en productos lácteos y en la yema del huevo principalmente, sin embargo los humanos la sintetizamos mediante la exposición a la luz solar. Se puede perder si los alimentos se cocinan a muy altas temperaturas. Los adultos necesitamos 600 unidades internacionales (UI) al día y los adultos mayores 800. En caso de exceder extremamente esta ingesta diaria recomendada podría darse el caso de presentar toxicidad que se manifiesta con trastornos gastrointestinales, aletargamiento, piedras en el riñón; y en casos más serios lesiones cerebrales, cardiovasculares y renales. En caso de no consumirla en cantidades suficientes se presentan las deficiencias, que en niños se conoce como raquitismo que es una deformidad en los huesos, y en los adultos como osteomalasia, que es un reblandecimiento de los huesos.
La vitamina E o alfa y ergo tocoferol se absorben en el intestino delgado y tienen función antioxidante ya que previene daños en la membrana celular. Se encuentra en aceites vegetales y sus derivados, así como en oleaginosas. Se puede perder si dichos alimentos se cocinan a muy altas temperaturas. Se recomienda que su ingesta sea de 15 mg/día en adultos. En caso de que no se cumpla esta ingesta se puede provocar anemia, y si se excede en los niños puede haber anomalías sanguíneas, y en todo tipo de población deficiencia de vitamina K, diarrea y náuseas.
La vitamina K en realidad se encuentra en dos formas en la naturaleza, K1 que es filoquinona y K2 que es menadiona, la forma activa es KH2 hidroquinona. Es necesaria para la formación de la protrombina en el hígado, que es una proteína encargada de la coagulación. Además es un cofactor para la y-glutamil carboxilasa que es una enzima que ayuda a activar varios factores de la coagulación como la protrombina y factores procoagulantes VII, IV y X. Se encuentra en verduras de hoja verdes, aceites vegetales y carnes, y se puede perder si se cocina a muy altas temperaturas. Se recomienda que las mujeres consuman 90 microgramos (ug) al día y hombres 120 ug/día. En dado caso de que se presente toxicidad se pueden producir lesiones hepáticas y anemia, a su vez si se consume anticoagulantes como la warfarina se puede causar un sagrado intenso si no se consume suficiente vitamina K o coagulos si se consume en exceso la vitamina K. Si existiera una deficiencia se presentarían sangrados, moretones, menstruación intensa, hemorragias y lesiones graves.