¿Te has preguntado alguna vez cómo se hacen las dietas? Bueno en realidad es tanto una ciencia como un arte, y sin duda, no es algo que simplemente puedas descargar de internet como tanta gente hace. Una dieta, o mejor dicho, un plan de alimentación es una estrategia para tener un estilo de vida saludable específico para la persona que se hace. Se toman en cuenta diferentes factores que se pueden dividir en personales y de hábitos.
Los factores personales son la edad, sexo, altura y peso. Además de las enfermedades que se padezcan o el estado de salud en que se encuentre la persona. De la misma manera si se encuentra embarazada en caso de las mujeres, o lactando, o con alguna otra condición especial que pueda aumentar las necesidades calóricas del cuerpo. Así como la carga genética del individuo, por lo que también se realiza una historia clínica antes de hacer la dieta.
Los factores de hábitos tienen que ver con el estilo de vida así como con las conductas alimenticias que tiene la persona. Estas se pueden averiguar con un “recordatorio de 24 horas” y una “frecuencia de alimentos”. El primero es analizar que se consumió el día anterior, contando que este día sea típico en la vida del paciente, incluye desayuno, comida, cena, colaciones y bebidas. El segundo es durante la consulta, en donde se preguntan cosas como cuántas veces al día se comen frutas y verduras, y cuántas veces a la semana se come carne, pescado o pollo, así como cuántas veces se come fuera de casa, entre otras preguntas. De la misma manera se pregunta sobre la actividad física y ejercicio, medicamentos que se estén tomando, entre otras cosas. Así se puede tener una idea de cuántas calorías se consumen y cuántas calorías se gastan.
Una vez conociendo todos estos datos el nutriólogo o nutrióloga puede hacer un diagnóstico nutricio y dar recomendaciones, como lineamientos generales, además del plan de alimentación específico para la persona en cuestión, en conjunto con las metas y deseos del paciente.
Es importante acudir con un profesional que tenga un título universitario en la materia, ya que hay muchas personas que hacen dietas sin tener el conocimiento necesario para hacerlo y pueden perjudicar mucho a las personas que las siguen. Bajar de peso no es tan complicado, cualquier restricción de la ingesta lo logra, inclusive cualquier “dieta” que te deshidrate también. Lo complicado es mantener esa pérdida y no se de el famoso rebote, he ahí la diferencia, además de lograr que los kilos que se bajen sean de grasa y no de músculo o agua. Sino, la composición corporal y estado de salud empeorará en lugar de mejorar, aunque a simple vista se aprecie una pérdida de peso. También es importante tener en cuenta que con los programas descargados de internet o no personalizados es muy difícil conseguir las metas que se tengan precisamente porque no están diseñados para cumplir las metas individuales contando con los factores mencionados anteriormente, sino son lineamientos para una población estándar, no para individuos. Entonces es mejor tomarse el tiempo de asistir con el nutriólogo en lugar de alguien que no lo sea, ¿o irías a pedirle consejos legales a alguien que no sea abogado? ¿o a que te opere alguien que no sea cirujano? Es lo mismo.